sábado, junio 17, 2006

El día antes de mañana

Estuve pensando en esa mujer. Su rostro se me venía accidentadamente, como si algo me cayera en piedra del cielo. No era mi mujer porque lo hubiera sabido. Tampoco era la mujer de mis sueños, porque la hubiera reconocido también. Era, creo, la mujer de mi vecino. O mi vecino disfrazado de su mujer. El asunto es que esa mujer entraba por la ventana de mi habitación y se instalaba en mi cuerpo, sin hacer ruido. Respiraba en mi respiración. Roncaba a mi compás. Horas enteras estuve sintiéndola. Su cuerpo frío, a veces. Cálido: otras. Siempre sigilosa a cualquier movimiento. Atenuante. Bajo mi piel, su piel. Y yo sentía como un hilo de agua hirviendo en mi dorso. El día antes de mañana le dije a mi mujer, al levantarme, que había estado pensando en esa mujer. Ella se quedó mirándome a ojos visto, largamente, de aquí a allá, con la mirada incrédula de la que ha pasado del éxtasis a la locura.

1 comentario:

César Silva Márquez dijo...

el dia antes de mañana, o sea HOY?

saludos carnal, de csm